AGUIJÓN RECIO Y FLORES DE JARDÍN SECRETO
STURDY STING AND FLOWERS OF A SECRET GARDEN
Sección: Literaria
LIC. ADONIRAM RAMÍREZ-HERNÁNDEZ
ORCID 0000-0002-6605-2394
adorh@bachilleres.edu.mx
Recibido: 20 de abril de 2025.
Aceptado: 27 de octubre de 2025.
AGUIJÓN RECIO Y FLORES DE JARDÍN SECRETO
STURDY STING AND FLOWERS OF A SECRET GARDEN
Eurema de ocaso
Mariposa penumbrosa,
abstraída del resto
sin luz ajena en ella,
ha esperado quedarse a solas;
buscando su camino.
*
Camino de invisibilidad,
de tarde noche
cuando el poeta baja de la montaña
con el puño apretado
por azucenas silvestres,
no esperando poseer
un ramo de virtudes, de dichos y hechos,
pues su intelecto es nativo a la idea
de no haber nacido para recibir sino para dar,
donación y necesidad ajena
en fiel solidaridad.
*
Así vivió,
recelando las simulaciones de afuera
corrupciones de vida
escondidas tras la mentira
desdeñada en imagen humana como artificiosa,
abrazadoras de sonrisas propuestas
y afanes sociales de caridad espuria,
pues él fue súbdito de una coexistencia
habituada a buscar hacia dentro,
mientras eligió deponer
en la historia las falsas seguridades exteriores;
recuperó su paz
en la residencia del Amado,
configurada por la contemplación masculina
de virtudes cosechadas tras el ocaso
siendo compañera la eurema solitaria.
Risas sueltas
He pisado mi sombra
en los charcos sueltos,
mientras salpica el agua
se deformó mi rostro
de existencia definida ayer,
que me obliga a buscar luz
en reflejo tras reflejo
post lluvia y simulacro de lágrimas
absorto por semanas de tus llagas precordiales,
y en los fines de semana
me dice que no puedo,
que la existencia debe ir separada de ideas mundanas
llenando el corazón vacío de piedad tridentina
de aquella pedagogía cristiana
que actualiza la identidad exigua.
He pedido en rogativas,
que me suelte la ideología
y deje de reírse de mí
amarrando sus palabras viciosas,
con cadenas que superen las mentiras,
quisiera dejarlas solas,
para que aprendan a reír como emoción,
y no como argumento bastardo
de opinión propia como diabólica.
Carisma ego-teológico
Sale a la vista un rayo despuntado,
amigo eco evaporado en la naturaleza
aquella idea natural
que hace sentirse apegado
a la naturaleza divina
Me dices palabras lisonjeras
Y que soy difícil de ver
en una sociedad disímil a lo sagrado
Cuando hablas te creo
no por ingenuo sino por el deseo
de mirar tu vida con esperanza,
en alteridad paralela
a un sueño vívido hecho fe
Contrario al acto de fe,
los dichos son carismas
hasta que el Espíritu
los purifica con fuego
Primero creer, luego amar
entre ambas circunstancias está la espera,
pero la espera no es realidad
es un asomo entre creencia y vivencia
En efecto,
no puedo ser efusivo
sufro ausencia de amor,
mi fe se asfixia por el apretón de manos
de una amargura cotidiana
en esperanza sin ancla dispuesta
que corta a tijeradas su cuerda balbuceante
Quiero recordarte,
el significado de persona
como látigo fosfórico
de corte sagrado
alrededor del Padre,
repleto de fe
como persona que busca lo mejor para sí,
no en la necesidad vital,
o en la búsqueda milagrera,
sino desechado de apariencia buenista.
Lectura apocalíptica
Recoges la flor trasnochada
de sueños pueriles
y fragancia de montes
que agrada el caminar
mientras la oscuridad abriga
con helechos penitentes
que la brisa obligó a doblegarse.
El denso olor de exequias vegetales
son dictado de letras muertas que te aducen,
por cuanto feneciste de buena moral:
aquella tarde examinamos la consciencia
y dimos razón de tus códigos;
así acompañé a mirar contigo el simbolismo de mujer
sideral, con corona de estrellas y luces escatológicas.
Sambenitos
Me has puesto un ropaje
con el iris dilatado
en soledad de pómulos sosegados,
la caricia del sol me indica el lavado de manos
es demasiado tarde
la piel que dejó la luna es polvo recio
que con toque indigno me hace sentir materia
lodo,
aquella arcilla que tomó el creador
sirve de vergüenza antropológica
mi penitencia existencial
es como agua y espejo inútil
este sombrío rostro no convence,
ha sido declarado culpable;
soy objeto de pecado
pero objeto de deseo,
de amor eterno, misericordia omnipotente
y ternura filial.
Fósforo maternal
Mi madre brega al desterrar
toda sombra pasajera y ominosa,
no le basta aniquilar con fósforos
la pólvora morada.
Ella prefiere darme una camisa color uva
semejante al lagar de lágrimas briagas de penitencia,
parecidas al vino de gozne
como respuesta encontradiza rumbo al altar.
Como si las flores fuesen de jardín secreto
No basta preguntar entre tus círculos
si abrazarás mi rosedal sagrado,
esta forma de ser espía espiritual
esa vía conyugal de nuestra diferenciación.
Sentado en una piedra construyo racimos de fósforos
amarrados con hilos hermanos
de pastos verdes y delicados
para quemar la paja deconstructiva en un segundo
y hacer cenizas mi resquemor.
Destierro de Eva antigua
Fuiste vida, dulzura y esperanza
efusión de la primera revelación humana
con inquietud malsana por el pecado
esa libertad ínfima
esa naturaleza caída
mientras enviaste pajarillos a sondear
que hacían aquellos agricultores de pueblos profanos,
dialogabas con el águila más concienzuda
su tarea de morder culebras
arpías existenciales hurtadoras de leche maternal,
también, ordenabas que persiguiera a espada a Lilit
la ladrona seminal
pero no pudiste cumplir los sueños purísimos,
desdeñaste silenciosamente la virtud águila,
creyendo que obediente comería esos frutos corruptores,
alejaste la resistencia salvaje mientras tu incauto masculino se ocupaba
de florecillas jardineras
pensaste que una llovizna de gracia diaria olvidaría
la historia más triste de la eternidad.
Con todo, la providencia se hizo cargo de toda culpa feminal,
liberó la raza humana de una esclavitud inicial,
dijeron los santos padres,
si por la desobediencia de una el mundo decayó,
por la humildad de otra la salvación llegó al mundo,
a la primera llamaron meretriz,
a la segunda mediatriz.
De la mano
No te hablo porque no desee
quisiera dejar que los meses nos alcancen
un encuentro sacro
o algún día escolar
mirarnos como espejos de la vida celeste.
Misterio
Aparecer entrecruzados de las manos
protegidos con las alas de los ángeles
no te miro porque no te desee
me hace falta excelsitud,
y descansar mi voluntad en tu mirada.