Sección: Experiencias y testimonio
DR. VÍCTOR ARNOLDO IZÁBAL VÁZQUEZ
ORCID 0000-0002-8492-2365
Recibido: 23 de noviembre de 2023.
Aceptado: 18 de junio de 2024.
Tras el inicio del confinamiento en México debido a la pandemia de Covid-19, las instituciones educativas se vieron obligadas a adaptarse rápidamente a nuevos modelos y paradigmas de enseñanza y aprendizaje. Los cambios abruptos y la necesidad de completar el ciclo 2019-2020 impulsaron la adopción de diversas herramientas tecnológicas y plataformas digitales para mantener la continuidad educativa. No obstante, esta transición trajo consigo múltiples desafíos, como el cansancio físico y mental, el aumento de los índices de fracaso y deserción escolar, y la dificultad para mantener la motivación intrínseca de los estudiantes. A pesar de estos retos, la comunidad educativa ha mostrado una notable resiliencia y capacidad de adaptación. Con el regreso a la educación presencial, el principal desafío es cerrar las brechas educativas y restaurar la calidad de la enseñanza previa al confinamiento. Este artículo reflexiona sobre estos temas y subraya la necesidad de seguir colaborando para enfrentar los desafíos que la pandemia de Covid-19 ha planteado en el ámbito educativo. En particular, se exploran algunos de los retos y actitudes emergentes en el contexto postpandémico, desde la perspectiva de los docentes de bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Palabras Clave: Educación postpandemia, Metodología de trabajo, Motivación intrínseca, Bachillerato universitario, Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Abstract
Following the onset of the Covid-19 lockdown in Mexico, educational institutions were forced to quickly adapt to new teaching and learning models and paradigms. The abrupt changes and the need to complete the 2019-2020 school year drove the implementation of various technological tools and digital platforms to maintain continuity in education. However, this transition brought multiple challenges, such as physical and mental fatigue, rising failure and dropout rates, and the difficulty in sustaining students' intrinsic motivation. Despite these challenges, the educational community has demonstrated remarkable resilience and adaptability. With the return to in-person education, the primary challenge is to bridge educational gaps and restore the quality of teaching that existed before the lockdown. This article reflects on these issues and emphasizes the need for continued collaboration to overcome the challenges that the Covid-19 pandemic has imposed on the education sector. In particular, it explores some of the emerging challenges and attitudes in the post-pandemic educational context, from the perspective of high school teachers at the Autonomous University of Sinaloa (UAS).
Keywords: Post-pandemic education, Work methodology, Intrinsic motivation, University high school, Autonomous University of Sinaloa (UAS).
Desde el inicio del confinamiento en México por la Covid-19, el regreso a las clases presenciales parecía un objetivo distante. Han transcurrido 1697 días desde aquel 20 de marzo de 2020 hasta este 11 de noviembre de 2024, fecha en que se redacta este artículo, un evento que marcó un profundo cambio en nuestras vidas. Hoy, reflexionamos sobre un antes y un después de ese momento, el cual nos dejó valiosas enseñanzas y estrategias metodológicas. Gracias a estas lecciones, la Universidad Autónoma de Sinaloa ha demostrado su capacidad para adaptarse y ser resiliente frente a cualquier adversidad, ya sea climática o derivada de situaciones extremas de violencia. La UAS sigue firme en su misión de garantizar la continuidad educativa de sus estudiantes, porque, ante los retos, la UAS no se detiene.
La pandemia golpeó de manera inesperada al sector educativo, obligando a cerrar el ciclo 2019-2020 con los recursos disponibles. Equipos de cómputo, redes sociales y servicios de mensajería electrónica se volvieron esenciales para completar el ciclo escolar de manera emergente, aunque, siendo sinceros, con una efectividad reducida. Herramientas como Google Meet, Zoom y Microsoft Teams facilitaron el contacto virtual, manteniendo el andamiaje docente básico, y los planes de estudio fueron adaptados a los medios virtuales. En este contexto, la Universidad Autónoma de Sinaloa implementó la plataforma Moodle en el bachillerato, diseñando actividades adecuadas para cumplir con las expectativas educativas frente a la nueva realidad. Sin embargo, la metodología del bachillerato escolarizado de la Universidad Autónoma de Sinaloa difería significativamente del modelo de e-learning. Ya que la gestión de 10 asignaturas divididas en 32 módulos por semana generó un agotamiento físico y mental tanto en alumnos como en docentes. En el caso de los estudiantes, esta sobrecarga se tradujo en altos índices de reprobación y deserción escolar. El cambio abrupto de la modalidad educativa y el periodo de aislamiento provocaron un desgaste significativo. Tras poco más de año y medio de trabajo virtual, tanto docentes como estudiantes estaban agotados y frustrados. Según Medina Mora (2022), directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, los jóvenes de bachillerato fueron más afectados que la población adulta durante la pandemia, lo que incrementó los casos de ansiedad, depresión, alcoholismo y tendencias suicidas. En este sentido, mantener el equilibrio dialógico en el proceso de enseñanza-aprendizaje fue un reto considerable. Según Edgar Morín (1999), al igual que en la filosofía taoísta del Yin y Yang, las fuerzas opuestas se complementan. Aplicando este principio al ámbito educativo, cada docente tiene algo de alumno, y cada alumno algo de docente. Sin embargo, este aprendizaje mutuo solo es posible cuando existen las condiciones adecuadas, las cuales estuvieron ausentes durante las clases virtuales. La motivación intrínseca hacia la escuela disminuyó drásticamente, y muchos docentes señalaron que los estudiantes recurrían a la descarga de actividades resueltas de Internet o compartían tareas de otras escuelas, una práctica que lamentablemente sigue en auge. En este contexto, las autoridades universitarias, lideradas por el rector Madueña Molina, consideraron fundamental implementar medidas específicas y efectivas en aspectos como la salud, la educación, el bienestar emocional y la tecnología. Además, se hizo hincapié en la participación de toda la comunidad —docentes, estudiantes, trabajadores y familias— en la creación y seguimiento de estas medidas, dado que el virus seguía presente y no se podía dejar nada al azar. La dinámica de trabajo también cambió drásticamente. Antes de la pandemia, los alumnos realizaban varias actividades en clase, más el trabajo en casa. Durante el confinamiento, la carga se redujo a dos o tres actividades semanales por asignatura. Esta reducción no solo afectó el ritmo de aprendizaje, sino que acostumbró a los estudiantes a no esforzarse al nivel necesario. El regreso a la educación presencial fue, en esa etapa, por decir lo menos, complicado, ya que la comunidad educativa enfrentaba el reto de retomar el ritmo normal de trabajo y superar el rezago educativo acumulado. La falta de motivación intrínseca, sumada a la flexibilidad en la cantidad y calidad de las actividades durante la pandemia, generó estudiantes menos dispuestos a esforzarse. Aunque la educación presencial ha sido restaurada, muchos estudiantes con bajo rendimiento, apoyados por sus familias, siguen justificando su falta de progreso por el periodo de confinamiento, buscando segundas o terceras oportunidades para mejorar sus resultados académicos. Metodológicamente, esto obligó a los docentes a replantear sus enfoques tras el regreso a las aulas, ya que no se podía asumir que el estudiantado hubiera avanzado al ritmo esperado. La cruda realidad es que la pandemia dejó una huella profunda en el sistema educativo, y recuperar el camino exige no solo ajustes en las metodologías, sino también un esfuerzo colectivo para restaurar la motivación y el compromiso de los estudiantes. Es fundamental destacar la virtud que nuestra alma mater y toda la comunidad educativa —docentes, estudiantes, trabajadores y familias— han cultivado juntos, trabajando en equipo y con un profundo sentido de unidad. Resilientes y unidos, como una gran familia universitaria, la familia "Uaseña", bajo el liderazgo del rector Dr. Jesús Madueña Molina, hemos demostrado ser una comunidad fuerte y decidida, capaz de superar cualquier obstáculo. Cada vez que las circunstancias lo exigen, ya sea por inclemencias climáticas o por situaciones de extrema violencia que nos han obligado a abandonar temporalmente los espacios físicos de nuestra universidad, hemos sabido responder con firmeza. Gracias a la experiencia adquirida durante la pandemia, hemos garantizado la seguridad de nuestra comunidad estudiantil y asegurado el avance en los contenidos temáticos de cada asignatura. La UAS no se detiene ante nada. Esto, también, es educación en la era postpandemia.
Conclusiones El regreso a la educación presencial en la Universidad Autónoma de Sinaloa inició el 18 de octubre de 2021, de forma gradual y bajo un monitoreo constante debido al riesgo persistente de contagios masivos, aun con la protección que ofrecían las vacunas. Casi tres años después, el proceso de recuperación ha sido largo y seguirá siendo un reto. Aún queda mucho por hacer para restablecer el ritmo académico en la enseñanza y el aprendizaje, tanto para docentes como para estudiantes. Además, a nivel individual y colectivo, debemos afrontar las pérdidas emocionales de familiares, amigos y compañeros que la pandemia nos dejó. La sociedad y el sistema educativo, tanto en su conjunto como en sus diferentes componentes, deben trabajar en estrecha colaboración para recuperar la calidad educativa que existía antes del confinamiento.
Acosta, & Contreras. (1998). Manual creatividad, motivación y rendimiento académico. Malaga: Aljibe.
ADN Político. (2022, 10 de octubre). La pandemia de COVID-19 causó estragos de salud mental en jóvenes. Expansión Política. https://politica.expansion.mx/mexico/2022/10/10/la-pandemia-de-covid-19-causo-estragos-de-salud-mental-en-jovenes
Morín, E. (1999). La Cabeza Bien Puesta: Repensar la reforma, reformar el pensamiento. Argentina: Nueva Visión.
Dirección de Comunicación Social UAS. (2021, 1 de octubre). Regreso presencial en la UAS se plantea para el 18 de octubre. https://dcs.uas.edu.mx/noticias/3599/regreso-presencial-en-la-uas-se-plantea-para-el-18-de-octubre